Rutas del Arte: Geometría del Espíritu en el Museo Rayo
“El arte no se mira, se vive. No se entiende, se siente. No se olvida, transforma.”
Un encuentro con el maestro Rayo
Hace unos días emprendimos con los estudiantes de grado décimo una nueva ruta del arte. Esta vez, nuestro destino fue el Museo Omar Rayo, en Roldanillo (Valle del Cauca), un espacio donde la geometría se convierte en poesía visual y cada obra invita al asombro, a la pausa y al pensamiento.
Para muchos, era la primera vez que visitaban un museo de esta magnitud. Al entrar, los colores, las formas imposibles y las sombras precisas nos recibieron como un lenguaje nuevo, silencioso y profundo.
¿Qué encontramos?
-
Obras del maestro Omar Rayo, llenas de simetría, ritmo y profundidad. Su geometría hipnótica nos hizo detenernos y mirar una y otra vez.
-
Experiencias inmersivas: caminar entre las obras fue como entrar en un universo paralelo donde cada línea tenía vida propia.
-
Espacios de contemplación: sentarse frente a una pintura, en completo silencio, fue un ejercicio de conexión con lo invisible.
-
Diálogos con el guía del museo, que nos ayudó a entender no solo la técnica, sino también el pensamiento del artista y su legado.
Bitácoras en movimiento
Durante la visita, algunos de los estudiantes llevaron sus cuadernos de viaje. Allí, cada quien anotó sensaciones, frases que surgieron espontáneamente, dibujos inspirados en las obras y reflexiones personales sobre lo que significa hacer arte en un mundo que a veces va demasiado rápido.
Una pregunta surgió con fuerza:
¿Qué es lo que hace que una forma tan exacta despierte una emoción tan profunda?
Voces de los estudiantes
“Las líneas parecían moverse cuando me quedaba mirándolas.”
“Yo no sabía que el blanco y el negro podían decir tanto.”
“Quiero aprender a hacer algo así, donde el arte te atrape sin necesidad de palabras"
Lo que nos dejó la experiencia
-
Reconocimos el arte como una forma de pensamiento abstracto y emocional a la vez.
-
Comprendimos que la geometría puede ser expresión, no solo cálculo.
-
Nos inspiramos para llevar estos lenguajes a nuestras propias creaciones.
-
Fortalecimos nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de contemplar, y también de imaginar.
Cierre de esta ruta
La visita al Museo Rayo fue mucho más que una salida escolar. Fue una experiencia estética trascendental, un viaje al interior de las formas, una conversación con el arte que dejó huella en el alma de nuestros estudiantes.
Seguimos tejiendo estas Rutas del Arte para conocer el territorio, donde cada paso nos transforma y nos invita a crear con más conciencia, con más corazón, y con más presencia.



.jpeg)

Comentarios
Publicar un comentario